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PabloLuna

Daniel, el castrado.

<strong>Daniel, el castrado.</strong> Al pensar en Daniel, el impresionante y visionario héroe bíblico, asocio por el nombre (solamente), a mi amigo Daniel, aquel militante hedonista, epicúero y sibarita partícipe de cuanta orgía libertina exista. Entonces, me pregunto si es cierto que esto de los nombres tiene alguna influencia, relevancia y similutud, ¿cómo se explica esta aparente contradicción entre estas dos personas, este Daniel, el héroe bíblico, y Daniel, mi amigo, aquel simple mortal partícipe de cuanta juerga exista? Más aún, cuando el primero tuvo que vivir sin sus genitales y el segundo los usa a más no poder. Bueno de eso se alardea mucho y él lo confirma con la procreación incesante.

Si bien cada existencia es única y particular, también todos presentamos características comunes que hacen que nos reconozcamos. Y pienso que en estas dos personas, aparentemente opuestas, y para algunos (a modo de herejía) imposibles de comparar. (Pero afirmo que lo que estoy haciendo no es comparando sino asociando!) lo común, que se da en ambos: la fuerza, la pasión, la entrega. Sólo que en el primero todas estas pulsiones están canalizadas hacia lo divino espiritual, y en el segundo, hacia otro tipo de divinidad, la carnal. (Porque a las finales, hasta lo carnal se puede convertir en nuestro dios!)

Creo que cuando bautizaron a mi amigo Daniel, sus padres en sus buenas intenciones le dieron como regalo la impronta de un nombre altamente consagrado, como voy viendo al analizar la vida del personaje bíblico, si fue así, no se percataron en el porqué este personaje tiene estos elevados niveles de entrega, pasión, y espiritualidad para con Dios. Y entre tantos y otros más relevantes factores, llegó a esos niveles de santidad, que pocos héroes tienen. (O a lo mejor a mi amigo, sus padres, le dieron el nombre Daniel por aquel dibujo animado, donde Daniel, es el travieso. -Para mis amigo, los recalcitrantes legalistas, recordemos que estamos asociando, no comparando- Es lo más probable!)

La historia de Daniel, el héroe bíblico, comienza más o menos en el siglo VII antes de Cristo, osea hace buen tiempito no? mientras que la de mi amigo, hace más o menos unas tres décadas. Al primero le extirpan los genitales, mientras que al segundo ya deberían hacérselo, para calmar un poco todo ese fuego procreador.

Pero para "demostrar", -aunque no hay nada que demostrar creo, las asociaciones salen solas-, que el primer argumento que expondré es el que el mismo registro bíblico nos da.

En la versión Reina Valera, Daniel 1:3, nos dice:

" 3 Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajiese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes 4 muchachos en los que no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos."

Daniel 1:7 "A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego"

Daniel 1:10 "y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra bebida y vuestra comida..."

Podemos desprender aquí que Daniel tenía como superior al jefe de los eunucos. Pregunto, entonces, ¿si bien el registro bíblico no dice textual y explícitamente -como los recalcitrantes legalistas exigirían- que fue castrado, ya no es bastante evidencia que al tener como superior al jefe de los eunucos, Daniel -y sus amigos-, serían probablemente parte de ellos? ¿Si no fuera así por qué poner a unos jóvenes adolescentes a cargo del jefe de los eunucos entonces? ¿Por qué es entonces Aspenaz, jefe de los eunucos, quien los lleva ante el rey, luego del período de prueba a Daniel y sus amigos?

Eso sin contar la explicación que amplía el doctor Mario Pereyra, www.mariorpereyra.com , donde podemos encontrar que esta afirmación de "Daniel, el castrado", es probablemente cierta.

Comparto aquí citas textuales.

* * *

"La hipótesis de que Daniel fue convertido en un eunuco, se fundamenta en varias razones. Una de ellas es el texto que informa que el profeta estuvo bajo la autoridad del "jefe de los eunucos" (Daniel 1:9-10). Otro dato significativo es la ausencia de referencias a relaciones conyugales e incluso la falta de presencia femenina a lo largo de todo el libro (con excepción de la reina madre).

Por otra parte, el rey Ezequías, que había obrado en forma insensata con los enviados de Babilonia, a quienes les mostró sus tesoros, haciendo exhibicionismo de sus glorias, en lugar de testificar del poder y la protección de Dios, fue reprendido por el profeta Isaías, con las siguientes palabras proféticas: "He aquí vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy; ninguna cosa quedará, dice Jehová" (Isaías 39:6), profecía que se cumplió en el año 605 a.C., cuando Nabucodonosor invadió Jerusalén. Aún el profeta agregó otro dato revelador: "De tus hijos que saldrán de ti, y que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia" (versículo 7). La evidencia histórica permite inferir que fue Daniel y sus compañeros quienes cumplieron esa siniestra profecía; consecuencias de la imprudencia y la necedad de Ezequías.

Asimismo, era costumbre, en aquellos tiempos históricos, castrar a los esclavos de pueblos vencidos que eran llevados a la corte, como un recurso de humillación, de sometimiento y de eliminar el riesgo de tener relaciones con las mujeres del palacio, propiedad del rey. Otro indicio implícito en la lectura del libro, es el argumento del silencio, como una suerte de represión y censura. Hechos tan importantes como la destrucción de la ciudad de Jerusalén, las violaciones y atropellos sufridos por sus habitantes, se describen apenas en dos textos, cuando otros episodios menos importantes (v. gr., el encuentro de Nabucodonosor con los sabios por el asunto del sueño olvidado o el festín de Belsasar) se los trata en forma exhaustiva. Claro que el texto explícitamente declara que fue violado el templo, probablemente el lugar santísimo, lo que significa decir que si llegaron a ese extremo de profanación, todo lo demás es posible. En ese contexto de atropellos y abusos, inmediatamente aparece la figura de "Aspenaz, jefe de los eunucos" (Daniel 1:3). Finalmente, la condición de castrado es compatibles con algunos aspectos de la personalidad del autor y de la estructura del libro o por lo menos permite explicarlo mejor, que por razones de espacio prescindimos considerar.

Es llamativo que la mayor parte de la extensa bibliografía sobre Daniel omita la consideración de la castración, constituyendo un punto ciego significativo, quizás porque conciben que tal hecho sería una mácula o un déficit que iría en desmedro de la figura del profeta, cuando en realidad se lo puedo interpretar en forma contraria, constituyendo una nueva prueba de crueldad que tuvo que soportar y superar, gracias al socorro de Dios y las cualidades excelsas de su carácter excepcional. Por otra parte, la circunstancia singular de padecer tal tortura, permite pensar en algunas características de Daniel de acuerdo a la información que se posee acerca de los castrados.

¿Qué edad tenía Daniel cuándo fue arrancado de su casa y extirpada su masculinidad para ser trasladado a Babilonia? Herman Veldkamp (1998, p. 18) asegura que fueron 14 años. Eso es en plena pubertad, en momentos del desarrollo de los caracteres sexuales secundarios y del crecimiento de los huesos, como de todo el organismo. La extirpación de los testículos en esa etapa de la vida, impide la producción de testosterona, determinando que no se produzca el alargamiento de la laringe y el engrosamiento de las cuerdas vocales, conservando el timbre de voz infantil. Tampoco aparece el bello facial y toráxico conservando la tersura delicada de la piel. Otro fenómeno importante es la acción inhibidora del crecimiento longitudinal de los huesos que tiene la testosterona, que al no estar presente, incrementa notablemente la altura de la persona (Tresguerres et. al., 1999, pp. 1039-1040).

Es conocido que desde fines del siglo XVI hasta el siglo XVIII, miles de niños fueron castrados para dedicarlos a la opera como cantantes, creando las voces más brillantes de la historia con una fuerza y sensibilidad única. Los castrati fueron hombres altos, de amplia caja toráxica, con un tono de soprano único. Fueron descritos sin barba, con un cutis finísimo, una cabellera abundante, cierta tendencia obesa alrededor de la cadera y los hombros un poco estrechos. Intelectualmente no tenían impedimentos, pero eran muy sentimentales o sensibles (ver Jenkins, 1998). Eran personajes que impactaban por su altura y delicadeza, produciendo una gran impresión, especialmente en las mujeres, que se enamoraban perdidamente de ellos por la dulzura de su voz y su presencia admirable. Tuvieron un éxito excepcional y algunos de ellos trascendieron en la historia como el célebre Carlo Broschi (1705-1802), más conocido como Farinelli. ¿Así habrá sido la presencia de Daniel? No sabemos, pero si conocemos que su figura generaba un impacto muy especial, aún en los soberanos encumbrados, como Nabucodonosor, Belsasar y Darío, que lo trataron con respecto y un realce muy especial.

Un informe personal del Dr. Humberto Rasi, afirma que las características que aquí mencionamos aparecen en un monumento del profeta, que se encuentra en un museo judío en la ciudad de Nueva Delhi, India, con la inscripción que reconoce haber sufrido la castración. El hecho testificaría, que parte de la tradición hebrea, confirma lo mencionado más arriba, que difiere bastante de la figura que el folleto de lección intenta trasmitir.

* * *

También comparto otra cita del Dr. Jorge Dzul, extraída de "COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO DE DANIEL":

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Daniel y sus compañeros hebreos, pudieron haber tenido muchas razones para no ser fieles al Dios de sus padres. Desarraigados en su mocedad de sus hogares, arrastrados por el desierto como esclavos, convertidos en eunucos, sentados en las aulas bajo la tutela de maestros paganos, rodeados de idolatría y toda clase de tentaciones, nos dan una lección objetiva de lo que significa "estar en el mundo pero no ser del mundo", "vivir en el mundo, pero guardarse del mal" (Juan 17:15).

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Recuerdo que cuando comenté ante un par de dignas damas, que Daniel era eunuco, por no usar el término castrado que es el más idóneo pero más impactante para ellas, la primera le dijo a la segunda: "¡Claro, si Daniel era un príncipe! Porque eunuco es príncipe no? Y la segunda respondió: "Pero no mujer, estás equivocada, eunuco no es príncipe, estas errada, eunuco es soltero!".

Si bien la segunda dama, estaba más cerca a la verdad, no había llegado al fondo del asunto. Efectivamente eunuco, en el Nuevo Testamento, principalmente es usado como "soltero", por el caso de San Pablo, quien decide el celibato como opción de vida. Pero eunuco, significa principalmente "hombre castrado". Que le han extirpado los genitales.

Luego, cuando comenté con otra personas, ésta me pregunta altamente desafiante: ¿a dónde nos lleva todo esto? ¿qué ganamos sabiendo si Daniel fue castrado o no?

En primer lugar, creo, que se revaloriza el plano sexual, del cual poco se habla. Quiero explicarme, el sexo es algo que no se toca en estos temas "espirituales". (Véase mi nota sobre Goldstein y el Remanente). ¡Cuando es lo que más abunda! Al hablar que Daniel fue castrado o no, empezamos a entender mejor su vida, sus actos, la sexualidad de un individuo, a encontrar mayores respuestas. A admirarnos mucho más de su relación íntima para con Dios, que aún siendo castrado, como dice Pereyra líneas arriba, Dios le da las fuerzas para superar esta situación.

Se abre una puerta que hemos mantenido cerrada por mucho tiempo, por no comprender ni entender lo que leemos. Al ver estos textos con una mente amplia, dando la posibilidad a esta castración, ampliamos nuestros horizontes, porque estamos más amplios de mente a reconocer que muchas cosas pudieron darse en la antiguedad.

El reconocer la castración de Daniel, también hace que entendamos mejor esta excepcional personalidad entregada a una vida de fe y humildad para con Dios. Si a Daniel con tantas pruebas, conflictos y vicisitudes ya (su pueblo es invadido, es alejado de sus padres, es tomado cautivo, está en una edad de cambios), encima se agrega la castración, parece altamente sorprendente cómo logra una relación altamente directa con Dios! Si Daniel logra esto, ¿cuánto más aquellos como nosotros, como mi amigo Daniel podrían, podríamos llegar a ello?

Ahora como siempre hay que ver la contraparte, no se me vaya a acusar que para estar entregado a Dios, hay que ser castrado! Como me lo dijo, justamente mi amigo Daniel. (Lo menciono, porque tengo amigos que hacen unos razonamientos, que me agradan y sorprenden). Ese fue el razonamiento de mi amigo Daniel, que hablando de castraciones, parece que él, a veces, fuera castrado pero no de los genitales, sino del cerebro, por ello que él llega a esta conclusión y también porque hace un buen uso de su cerebro, y con esa mente tan aguda piensa realmente en todas las alternativas. Aunque esa conclusión no sería convincente, porque está el caso contrario también, el de alguien con sus genitales bien puestos y que voluntariamente ya no desea usarlos en materia sexual, San Pablo. Es decir, los dos personajes. Daniel, y San Pablo, logran una relación íntima para con Dios, en los cuales su sexualidad genital está canalizada y sublimada de una manera impresionante. En el primer caso, entre otros factores, por no tenelos, y en el segundo por una sincera elección personal.

Esto me lleva a pensar en la posibilidad de la sublimación como alternativa para con estas personalidades. Y ahí si se puede entender mejor que, una vida entregada a Dios, pueda dar resultados tan grandes como los de los dos personajes en mención. Mientras que cuando no exista esta sublimación o canalización, y por ende no tener la conciencia con Dios, lo más probable, es que, como mi amigo Daniel, por citar un caso, entre otros, no "podamos con nuestros genios", ni con toda la fuerza de nuestras humanas latentes pulsiones.

8 comentarios

Henry II -

Me sorprende tu mente abierta y lo bien documentado esta tu articulo. Nos cuesta ver y entender lo que realmente narra la Biblia y que lejos de creer en un Dios injusto nos da la fortaleza para enfrentar circunstancias extremas. Me agrada la Biblia porque no se oculta nada, se presenta al hombre tal cual es, por ejemplo: ¿tu crees que el rey solo los quería para adorno en su palacio? yo creo que los quería para para su goce personal, no me van a decir que el rey era un dechado de virtudes, si en esos tiempos eran unos superperversos como desgraciadamente lo son muchos de nuestros gobernantes actualmente.
En este orden de ideas tengo sospechas que Pablo también tenia algún problema parecido, era griego, se hacia acompañar de jóvenes, no necesitaba de una mujer como Pedro, sufría por un aguijón en la carne (Que representa algún deseo de la carne desordenado concupiscencia)y el Señor le contesta bastate mi gracia.

Gracias

Francisco -

Amigo; Excelentes conclusiones, cuando uno lee esto, logra entender la dimensión y espiritualidad de la confianza que Daniel tenía en su Dios. Sigue así. No sabes como me has ayudado.

JORGE ALEMAN ALEMAN -

Interesante su comentario, pero fuera de toda realidad, en principio porque todo texto fuera de contexto es pretexto para torcer las sagradas escrituras, la biblia dice que la orden del rey fue escoger muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduria, sabios en ciencia y de buen entendimiento e idoneos para estar en el palacio del rey.
quiere decir entonces que las caracteristicas ya las tenian estos muchachos fueron escogidos para ser llevados al palacio del rey, que necesidad habia de castrarlos cuando ya eran de hermoso parecer y si los castraban entonces ya eran objeto de tacha porque no estaban completos, las escrituras hay que leerlas a la luz de dios y el en su infinito amor y misericordia nos va dando su luz y entendimiento por el puro afecto de su voluntad; por lo demas que valor tendria la castracion que es lo fisico con lo espiritual, el fin de todo el discurso es este "TEME A DIOS Y GURDA SUS MANDAMIENTOS"

juan -

sobre Daniel es un ejemplo para todos jovenes o de edad adulta o avanzada es ungran ejemplo de fe y fidelidad a Dios buena tu comentario y Dios vendigue su vida

Luis Pimentel -

¡¡Bendiciones!!, interesante razonamiento. Aunque tengamos claro que la meta del Escritor Bilbico es la Salvación de sus lectores, queda claro que la diferencia de nuestras actitudes para con DIOS es la obediencia por la Fe, no nuestras condiciones físicas, intelectuales, etc.

Pablo Luna -

Hola Bene!
Que bueno te agrade este tema, eres el segundo que lo toma en cuenta! Es bueno documentarse como bien lo dices, y lo reitero: "¡Hay que investigar!"
Un saludo,
Pablo

Bene -

Hola, realmente me ha vacilado tu blog, sobre todo porque se nota que tienes una apertura hacia lo trascendente que no es facil de encontrar. Ademas de que es bacan como te documentas, a mi me gusta poderme documentar. Lo malo es que hace tiempo que no publico nada nuevo.
Saludos

montse -

Pablo, esta explicación detallada sobre el tema de la castración de Daniel es muy interesante, y creo que lo mas probable es que asi ocurriera.
Un saludo
Montse