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PabloLuna

Religiones

El amor a Dios

El amor a Dios Le dije al almendro:

"Hermano, háblame de Dios!"

Y el almendro se cubrió de flores.

Niko Kazantzakis

Es cierto, tú no ves a Dios,
no lo encuentras por la calle,
no puedes estrecharle la mano,
pero cuando buscas la verdad,
cuando luchas por la justicia,
cuando te comprometes por la paz,
tú afirmas que Dios existe
Vito Morelli

No temas,
porque yo te he redimido,
te he llamado por tu nombre;
tú me perteneces.
Si cruzas por las aguas,
yo estaré contigo,
y los ríos no te anegarán;
si caminas por el fuego,
no te quemarás,
y las llamas no te abrasarán...
Porque tu eres valioso para mí
y yo te amo...
No temas, porque yo estoy contigo.

Isaías 43, 1-5

Algunas personas hablan de encontrar a Dios.
Como si El pudiera perderse...

Dciho popular

Siento a Dios que camina
tan en mí, con la tarde y con el mar.
Con él nos vamos juntos. Anochece.
Con él anochecemos. Orfandad...
Oh, Dios mío, recién a ti me llego
hoy que amo tanto en esta tarde.
Yo te consagro Dios, porque amas tanto;
porque jamás sonríes; porque siempre
debe dolerte mucho el corazón.

Cesar Vallejo

Señor, tu llegas hasta lo más profundo
de mí y me conoces por dentro.
Sabes cuando me detengo
o cuando no sé que hacer;
entiendes mis ilusiones y mis
deseos como si fueran tuyos;
en mi camino has puesto una huella,
en mi descanso te has sentado a mi lado;
has tocado todos mis proyectos palmo a palmo

Salmo 139

Aquellos que,
porque me ven devoto en la oración,
me preguntan dónde he visto yo a los dioses
y cómo puedo estar tan seguro de su existencia.
les digo:
"jamás he visto mi propia alma y
sin embargo la honro y la respeto"

Marco Aurelio

Mas... ¿qué amo cuando te amo a Ti?
Amo una cierta luz, una voz, un perfume,
un alimento y un abrazo.
Son la luz, la voz, el perfume, el alimento
y el abrazo del interior que hay en mí,
donde ilumina mi alma una luz que ningún
lugar puede albergar, donde suena una
voz que el fluir de los siglos no puede
llevarse, donde se derrama un perfume
que ningún viento puede dispersar...
donde se establece una relación que
ninguna saciedad puede romper.
Todo esto amo cuando te amo a ti, mi Dios.

San Agustín

Ama y haz lo que quieras
La medida del amor es amar sin medida
San Agustín

"ADORA Y CONFIA"

No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos. Por sus decepciones,
por su porvenir más o menos sombrío.

Quiere lo que Dios quiere.

Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo,
acepta los designios de su providencia.

Poco importa que te consideres un frustrado
si Dios te considera plenamente realizado;
a su gusto.

Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
que te quiere para sí.
Y que llegará hasta ti, aunque jamás le veas.
Piensa que estás en sus manos,
tanto más fuertemente cogido.
cuanto más decaído y triste te encuentres.

Vive feliz. Te lo suplico.
Vive en paz.
Que nada te altere.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.

Haz que brote, y conserva siempre sobre tu rostro
una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor
contínuamente te dirije.

Y en el fondo de tu alma coloca, antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la paz de Dios.

Recuerda: cuanto te reprima e inquiete es falso
Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.

Por eso, cuando te sientas apesadumbrado,
triste,
adora y confía....

Por P. Teilhard de Chardin.

Daniel, el castrado.

<strong>Daniel, el castrado.</strong> Al pensar en Daniel, el impresionante y visionario héroe bíblico, asocio por el nombre (solamente), a mi amigo Daniel, aquel militante hedonista, epicúero y sibarita partícipe de cuanta orgía libertina exista. Entonces, me pregunto si es cierto que esto de los nombres tiene alguna influencia, relevancia y similutud, ¿cómo se explica esta aparente contradicción entre estas dos personas, este Daniel, el héroe bíblico, y Daniel, mi amigo, aquel simple mortal partícipe de cuanta juerga exista? Más aún, cuando el primero tuvo que vivir sin sus genitales y el segundo los usa a más no poder. Bueno de eso se alardea mucho y él lo confirma con la procreación incesante.

Si bien cada existencia es única y particular, también todos presentamos características comunes que hacen que nos reconozcamos. Y pienso que en estas dos personas, aparentemente opuestas, y para algunos (a modo de herejía) imposibles de comparar. (Pero afirmo que lo que estoy haciendo no es comparando sino asociando!) lo común, que se da en ambos: la fuerza, la pasión, la entrega. Sólo que en el primero todas estas pulsiones están canalizadas hacia lo divino espiritual, y en el segundo, hacia otro tipo de divinidad, la carnal. (Porque a las finales, hasta lo carnal se puede convertir en nuestro dios!)

Creo que cuando bautizaron a mi amigo Daniel, sus padres en sus buenas intenciones le dieron como regalo la impronta de un nombre altamente consagrado, como voy viendo al analizar la vida del personaje bíblico, si fue así, no se percataron en el porqué este personaje tiene estos elevados niveles de entrega, pasión, y espiritualidad para con Dios. Y entre tantos y otros más relevantes factores, llegó a esos niveles de santidad, que pocos héroes tienen. (O a lo mejor a mi amigo, sus padres, le dieron el nombre Daniel por aquel dibujo animado, donde Daniel, es el travieso. -Para mis amigo, los recalcitrantes legalistas, recordemos que estamos asociando, no comparando- Es lo más probable!)

La historia de Daniel, el héroe bíblico, comienza más o menos en el siglo VII antes de Cristo, osea hace buen tiempito no? mientras que la de mi amigo, hace más o menos unas tres décadas. Al primero le extirpan los genitales, mientras que al segundo ya deberían hacérselo, para calmar un poco todo ese fuego procreador.

Pero para "demostrar", -aunque no hay nada que demostrar creo, las asociaciones salen solas-, que el primer argumento que expondré es el que el mismo registro bíblico nos da.

En la versión Reina Valera, Daniel 1:3, nos dice:

" 3 Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajiese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes 4 muchachos en los que no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos."

Daniel 1:7 "A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego"

Daniel 1:10 "y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo a mi señor el rey, que señaló vuestra bebida y vuestra comida..."

Podemos desprender aquí que Daniel tenía como superior al jefe de los eunucos. Pregunto, entonces, ¿si bien el registro bíblico no dice textual y explícitamente -como los recalcitrantes legalistas exigirían- que fue castrado, ya no es bastante evidencia que al tener como superior al jefe de los eunucos, Daniel -y sus amigos-, serían probablemente parte de ellos? ¿Si no fuera así por qué poner a unos jóvenes adolescentes a cargo del jefe de los eunucos entonces? ¿Por qué es entonces Aspenaz, jefe de los eunucos, quien los lleva ante el rey, luego del período de prueba a Daniel y sus amigos?

Eso sin contar la explicación que amplía el doctor Mario Pereyra, www.mariorpereyra.com , donde podemos encontrar que esta afirmación de "Daniel, el castrado", es probablemente cierta.

Comparto aquí citas textuales.

* * *

"La hipótesis de que Daniel fue convertido en un eunuco, se fundamenta en varias razones. Una de ellas es el texto que informa que el profeta estuvo bajo la autoridad del "jefe de los eunucos" (Daniel 1:9-10). Otro dato significativo es la ausencia de referencias a relaciones conyugales e incluso la falta de presencia femenina a lo largo de todo el libro (con excepción de la reina madre).

Por otra parte, el rey Ezequías, que había obrado en forma insensata con los enviados de Babilonia, a quienes les mostró sus tesoros, haciendo exhibicionismo de sus glorias, en lugar de testificar del poder y la protección de Dios, fue reprendido por el profeta Isaías, con las siguientes palabras proféticas: "He aquí vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy; ninguna cosa quedará, dice Jehová" (Isaías 39:6), profecía que se cumplió en el año 605 a.C., cuando Nabucodonosor invadió Jerusalén. Aún el profeta agregó otro dato revelador: "De tus hijos que saldrán de ti, y que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia" (versículo 7). La evidencia histórica permite inferir que fue Daniel y sus compañeros quienes cumplieron esa siniestra profecía; consecuencias de la imprudencia y la necedad de Ezequías.

Asimismo, era costumbre, en aquellos tiempos históricos, castrar a los esclavos de pueblos vencidos que eran llevados a la corte, como un recurso de humillación, de sometimiento y de eliminar el riesgo de tener relaciones con las mujeres del palacio, propiedad del rey. Otro indicio implícito en la lectura del libro, es el argumento del silencio, como una suerte de represión y censura. Hechos tan importantes como la destrucción de la ciudad de Jerusalén, las violaciones y atropellos sufridos por sus habitantes, se describen apenas en dos textos, cuando otros episodios menos importantes (v. gr., el encuentro de Nabucodonosor con los sabios por el asunto del sueño olvidado o el festín de Belsasar) se los trata en forma exhaustiva. Claro que el texto explícitamente declara que fue violado el templo, probablemente el lugar santísimo, lo que significa decir que si llegaron a ese extremo de profanación, todo lo demás es posible. En ese contexto de atropellos y abusos, inmediatamente aparece la figura de "Aspenaz, jefe de los eunucos" (Daniel 1:3). Finalmente, la condición de castrado es compatibles con algunos aspectos de la personalidad del autor y de la estructura del libro o por lo menos permite explicarlo mejor, que por razones de espacio prescindimos considerar.

Es llamativo que la mayor parte de la extensa bibliografía sobre Daniel omita la consideración de la castración, constituyendo un punto ciego significativo, quizás porque conciben que tal hecho sería una mácula o un déficit que iría en desmedro de la figura del profeta, cuando en realidad se lo puedo interpretar en forma contraria, constituyendo una nueva prueba de crueldad que tuvo que soportar y superar, gracias al socorro de Dios y las cualidades excelsas de su carácter excepcional. Por otra parte, la circunstancia singular de padecer tal tortura, permite pensar en algunas características de Daniel de acuerdo a la información que se posee acerca de los castrados.

¿Qué edad tenía Daniel cuándo fue arrancado de su casa y extirpada su masculinidad para ser trasladado a Babilonia? Herman Veldkamp (1998, p. 18) asegura que fueron 14 años. Eso es en plena pubertad, en momentos del desarrollo de los caracteres sexuales secundarios y del crecimiento de los huesos, como de todo el organismo. La extirpación de los testículos en esa etapa de la vida, impide la producción de testosterona, determinando que no se produzca el alargamiento de la laringe y el engrosamiento de las cuerdas vocales, conservando el timbre de voz infantil. Tampoco aparece el bello facial y toráxico conservando la tersura delicada de la piel. Otro fenómeno importante es la acción inhibidora del crecimiento longitudinal de los huesos que tiene la testosterona, que al no estar presente, incrementa notablemente la altura de la persona (Tresguerres et. al., 1999, pp. 1039-1040).

Es conocido que desde fines del siglo XVI hasta el siglo XVIII, miles de niños fueron castrados para dedicarlos a la opera como cantantes, creando las voces más brillantes de la historia con una fuerza y sensibilidad única. Los castrati fueron hombres altos, de amplia caja toráxica, con un tono de soprano único. Fueron descritos sin barba, con un cutis finísimo, una cabellera abundante, cierta tendencia obesa alrededor de la cadera y los hombros un poco estrechos. Intelectualmente no tenían impedimentos, pero eran muy sentimentales o sensibles (ver Jenkins, 1998). Eran personajes que impactaban por su altura y delicadeza, produciendo una gran impresión, especialmente en las mujeres, que se enamoraban perdidamente de ellos por la dulzura de su voz y su presencia admirable. Tuvieron un éxito excepcional y algunos de ellos trascendieron en la historia como el célebre Carlo Broschi (1705-1802), más conocido como Farinelli. ¿Así habrá sido la presencia de Daniel? No sabemos, pero si conocemos que su figura generaba un impacto muy especial, aún en los soberanos encumbrados, como Nabucodonosor, Belsasar y Darío, que lo trataron con respecto y un realce muy especial.

Un informe personal del Dr. Humberto Rasi, afirma que las características que aquí mencionamos aparecen en un monumento del profeta, que se encuentra en un museo judío en la ciudad de Nueva Delhi, India, con la inscripción que reconoce haber sufrido la castración. El hecho testificaría, que parte de la tradición hebrea, confirma lo mencionado más arriba, que difiere bastante de la figura que el folleto de lección intenta trasmitir.

* * *

También comparto otra cita del Dr. Jorge Dzul, extraída de "COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO DE DANIEL":

* * *

Daniel y sus compañeros hebreos, pudieron haber tenido muchas razones para no ser fieles al Dios de sus padres. Desarraigados en su mocedad de sus hogares, arrastrados por el desierto como esclavos, convertidos en eunucos, sentados en las aulas bajo la tutela de maestros paganos, rodeados de idolatría y toda clase de tentaciones, nos dan una lección objetiva de lo que significa "estar en el mundo pero no ser del mundo", "vivir en el mundo, pero guardarse del mal" (Juan 17:15).

* * *

Recuerdo que cuando comenté ante un par de dignas damas, que Daniel era eunuco, por no usar el término castrado que es el más idóneo pero más impactante para ellas, la primera le dijo a la segunda: "¡Claro, si Daniel era un príncipe! Porque eunuco es príncipe no? Y la segunda respondió: "Pero no mujer, estás equivocada, eunuco no es príncipe, estas errada, eunuco es soltero!".

Si bien la segunda dama, estaba más cerca a la verdad, no había llegado al fondo del asunto. Efectivamente eunuco, en el Nuevo Testamento, principalmente es usado como "soltero", por el caso de San Pablo, quien decide el celibato como opción de vida. Pero eunuco, significa principalmente "hombre castrado". Que le han extirpado los genitales.

Luego, cuando comenté con otra personas, ésta me pregunta altamente desafiante: ¿a dónde nos lleva todo esto? ¿qué ganamos sabiendo si Daniel fue castrado o no?

En primer lugar, creo, que se revaloriza el plano sexual, del cual poco se habla. Quiero explicarme, el sexo es algo que no se toca en estos temas "espirituales". (Véase mi nota sobre Goldstein y el Remanente). ¡Cuando es lo que más abunda! Al hablar que Daniel fue castrado o no, empezamos a entender mejor su vida, sus actos, la sexualidad de un individuo, a encontrar mayores respuestas. A admirarnos mucho más de su relación íntima para con Dios, que aún siendo castrado, como dice Pereyra líneas arriba, Dios le da las fuerzas para superar esta situación.

Se abre una puerta que hemos mantenido cerrada por mucho tiempo, por no comprender ni entender lo que leemos. Al ver estos textos con una mente amplia, dando la posibilidad a esta castración, ampliamos nuestros horizontes, porque estamos más amplios de mente a reconocer que muchas cosas pudieron darse en la antiguedad.

El reconocer la castración de Daniel, también hace que entendamos mejor esta excepcional personalidad entregada a una vida de fe y humildad para con Dios. Si a Daniel con tantas pruebas, conflictos y vicisitudes ya (su pueblo es invadido, es alejado de sus padres, es tomado cautivo, está en una edad de cambios), encima se agrega la castración, parece altamente sorprendente cómo logra una relación altamente directa con Dios! Si Daniel logra esto, ¿cuánto más aquellos como nosotros, como mi amigo Daniel podrían, podríamos llegar a ello?

Ahora como siempre hay que ver la contraparte, no se me vaya a acusar que para estar entregado a Dios, hay que ser castrado! Como me lo dijo, justamente mi amigo Daniel. (Lo menciono, porque tengo amigos que hacen unos razonamientos, que me agradan y sorprenden). Ese fue el razonamiento de mi amigo Daniel, que hablando de castraciones, parece que él, a veces, fuera castrado pero no de los genitales, sino del cerebro, por ello que él llega a esta conclusión y también porque hace un buen uso de su cerebro, y con esa mente tan aguda piensa realmente en todas las alternativas. Aunque esa conclusión no sería convincente, porque está el caso contrario también, el de alguien con sus genitales bien puestos y que voluntariamente ya no desea usarlos en materia sexual, San Pablo. Es decir, los dos personajes. Daniel, y San Pablo, logran una relación íntima para con Dios, en los cuales su sexualidad genital está canalizada y sublimada de una manera impresionante. En el primer caso, entre otros factores, por no tenelos, y en el segundo por una sincera elección personal.

Esto me lleva a pensar en la posibilidad de la sublimación como alternativa para con estas personalidades. Y ahí si se puede entender mejor que, una vida entregada a Dios, pueda dar resultados tan grandes como los de los dos personajes en mención. Mientras que cuando no exista esta sublimación o canalización, y por ende no tener la conciencia con Dios, lo más probable, es que, como mi amigo Daniel, por citar un caso, entre otros, no "podamos con nuestros genios", ni con toda la fuerza de nuestras humanas latentes pulsiones.

Sobre Goldstein y "El Remanente"...

Sobre Goldstein y "El Remanente"... Otro enfoque (con respecto a algunos conflictos)

Goldstein comienza su obra "El Remanente", mostrándonos casos prácticos y concretos, (muchos de ellos sórdidos) de diversas situaciones irregulares en una entidad cristiana, como lo es el adventismo. Muestra doce casos a modo de sugerente introducción.

Es el tercer libro que leo de este expositor. Y si bien es muy agudo y sabe mostrar ambas partes de la moneda (sea cual fuera ésta, del precio o valor que sea o tenga). Creo que hay un punto que él no toca a profundidad. Sólo lo menciona, como parte de alguna estadística, pero como muchos expositores adventistas, y me atrevería a decir, cristianos en general, no cree ni lo considera de alta importancia. No lo ven así. Es parte de su "idiosincracia", como grupo religioso diría, no tomarle el valor que sí realmente tiene. Hablo de la sexualidad del individuo.

En su libro "El Remante" (magistral libro!). De los doce casos que Goldstein nos muestra como "emblemáticos" en su organización, tres de ellos, son netamente sexuales:

1. Una niña de doce años es violada repetidas veces por su padre, miembro de la iglesia remanente...
2. Un maestro de un colegio de la iglesia remanente es sorprendido acostado con la esposa de otro hombre.
3. Un pastor de jóvenes de la iglesia remanente es acusado de haber tenido relaciones íntimas con una adolescente.

Es decir, de los 12 casos emblemáticos (y por ahí algún detractor para conmigo, podría decir "casos al azar". ¡Justamente eso haría la muestra más emblemática aún!), de doce casos, el 25 % está directamente relacionado con una problemática sexual.

Hay dos casos (también emblemáticos) que están relacionados (digamos "¿indirectamente?") a la problemática sexual, que derivan luego en divorcios y crímenes:

1. Un niño llora. Sus padres, ambos dirigentes de la iglesia remanente local, se han divorciado tras años de sonreir en público y pelearse en privado.
2. De pie ante un hospital de la iglesia remanente que practica abortos, un cristiano sujeta un cartel que dice "No matarás"

Es decir, dos casos más devienen porque no ha habido una solución concreta a un problema sexual ya existente. (Un aborto deviene de relaciones sexuales, en este caso particular -adventismo-, relaciones prematrimoniales, infidelidad, entre otros. Y un divorcio, también deviene cuando una pareja, más allá de las "diferencias de carácter" -como la mayoría de "religiosos" suele disfrazar las cosas!-, es que en el sexo ya no hay mayor compatibilidad!)

Entonces, tendríamos tres casos directos, y dos -para ser benevolente con los pegados a la letra- "indirectos" (aunque para mí, es completamente directo!). Serían 3 casos directos, y 2 indirectos, pero ambos relacionados a la problemática sexual! Es decir, 5 casos de 12, son sobre el asunto sexual. Es decir, más del 40 %, ¿42 %?. Más del 40 % tiene (según esta muestra "emblemática") problemas con la sexualidad.

Así comienza Goldstein su libro. Un libro, cuya travesía es muy amena, directa y convincente. Un libro que nos habla de un remanente, que tiene sus errores. Un libro franco y sincero, así como latente. Nos dice mucho este libro, a nivel doctrinal, a nivel de convicción, nos da un llamado de conciencia útil y directo, nos trae muchas "revelaciones" para los poco conocedores. Un libro magistral. Y comienza así, diciéndonos que de los problemas que presenta la Iglesia remanente, el 40 % (como mínimo) son de índole sexual.

En una muestra esto (este porcentaje) es ALTAMENTE preocupante. Porque éste porcentaje, sobrepasa el límite de tolerancia (que usualmente es de un 25 %) en un 15 % más.

Goldstein luego nos habla magistralmente de la función de la Iglesia remanente, y de toda su tesis con respecto a la verdad, y que el adventismo tiene una función privilegiada y preponderante en el destino de la humanidad, y que no siempre la santidad ha sido parte de este mundo, y que la historia se unirá con las profecías. Punto de visto que no objeto, punto de vista, muy interesante y creíble también. Punto de vista que tiene mucho de cierto, pero de ello no me ocuparé. Me ocuparé de aquello que no ven, o que no se ve, o no pueden ver, o no quieren ver. De aquello que se muestra, pero no se dice. Que se expone como una estadística más, y que se dá -en general- sin alguna aparente relevancia. Hablaré brevemente, no quiero convencer a nadie, -no tengo que hacerlo además- de la vehemente, y tan presente sexualidad humana.

Lo que me llama la atención, es que muchos de los exponentes del adventismo (Goldstein incluido) al ver este índice tan alto en las estadísticas, con respecto a problemática sexual, sigan hablándonos magistralmente de doctrinas, de tiempos históricos y futuros, de profecías, de grandes cambios en la humanidad, y de muchos temas altamente apasionantes, pero no puedan ver algo tan real y cotidiano, como el sentir sexual. (Tan presente en estos casos) Y si lo ven, no darle la importancia adecuada.

Pienso, y es una opinión muy personal, que en general, (Y Goldstein es un pretexto) no se toca el fondo: la sexualidad del individuo. Se da o sobreentendida, o no es relevante. Creo que ahí se resume mucho de estos problemas, irónicamente. Es probable que esté equivocado, es probable que no conozca toda la doctrina y los misterios religiosos, es probable que esté teñido por mi solidarización en parte con el psicoanálisis, es probable que tenga una tendencia particular a lo sexual, a lo "sexológico". Pero nada de ello, quita los hechos! y mucho menos el hecho de que no se proponga nada, para poder abrir los ojos a los jóvenes y adultos!

La fe, es cierto que logra cambios, la entrega y espiritualidad, no lo dudo. Y como dice Lucas, no hay nada imposible para Dios. Pero el ser humano debe conocer su sexualidad sinceramente, y debe intentar conocer qué hay detrás de esa sexualidad, qué lo motiva a actuar de esta manera tan patética y "emblemática" como los casos en mención. Qué falta o desconoce, donde incluso los miembros -no solo "remanentes"-, sino también los clericales, terminan siendo partícipes y protagonistas no sólo de historias "ejemplo" como las mostradas a modo de Introducción en la obra de Goldstein, sino también de perversas, oscuras, y denigrantes historias sexuales. Un estudio de ello, entre otros, lo hace Pepe Rodriguez, en "La Vida Sexual del clero", Editorial Punto de Lectura, 2002.

Creo que en el mundo "cristiano-espiritual" se desdeña demasiado el rol sexual, su función e importancia. (¿A lo mejor, este desdeñar lo sexual, -¡irónicamente!- es la introducción discreta de algún antiguo platonismo? ¿o es por una doctrina paulina no entendida? ¿O sí realmente San Pablo nos impulsa entonces a desdeñar y despreciar el sexo?¿O es que la influencia medieval, en la cristiandad, fruto de las dos primeras hipótesis anteriores, aún sigue vigente?-). El tema sexual y sus implicancias, no se toca, no se menciona, a lo más se asiente ligeramente la cabeza en una conversación para no opinar. Es cierto que nuestra sociedad está saliendo de toda su atmósfera hipocritona de tanto tiempo y de tantos años enceguecidos (que justamente generan estas conductas que nos impactan). ¡Pero sí, me sorprende que mentes tan brillantes, pasen por alto estos detalles! Quiero pensar, que es un error inconsciente, o un deseo propio del autor. Pero a veces viene a mi mente la contraparte, y me dice que a lo mejor es un error voluntario, y especulando hasta uno puede pensar que es originado por las presiones de las jerarquías, o quizá -y eso sería lo más sano y es a mi punto de ver lo deseable-, por una sincera óptica y visión personal, como decía. (Pero si fuera así, no lo parece). Las entidades fundamentalistas, jerárquicas y autoritarias, el tema sexual no lo tocan, dicen de labios para afuera que es vital en el mejor de los casos, pero luego no lo tocan, menos en papel! Lo que hace cuestionable que algo sea vital, y no se lo mencione después ¿Cuál es el temor? ¿Descubrirse ellos mismos?

Y si nos remontamos a la Biblia, podríamos decir que el sexo es algo tan vital y que se presenta en niveles sumamente astronómicos, y en muchos casos, más que sórdidos, sino aberrantes. Entonces, hay que ver justamente "qué está pasando ahí".

Casos como los de Noé y su nieto Cam (Gen 9:18-27) -que según algunas interpretaciones tiene un cariz sexual (verso 24, véase mi estudio adicional, www.pabloluna.blogia.com)-, Lot y sus hijas, Lot y los ángeles, Abraham y Agar, Sansón y Dalila, El levita y su concubina! (Jueces 19), David y Betsabé, Amnón y Tamar (hijos de David, medios hermanos! violación! 2 Samuel 13), Salomón (1 Reyes 11), entre infinidad de casos, demuestran que también la problemática sexual era algo tan inherente al ser humano, -obviamente desde los inicios de la humanidad- que se daba de esta manera tan impactante (y en otros aberrante ya en ese entonces, y justificados para algunos por las circunstancias) como algunos de los casos mencionados.

Muchas pueden ser las variables que provocan estas conductas. Y el mundo "cristiano" no puede o no quiere verlas o no tiene la capacidad para ello. Piensa y cree (¿ingenuamente?) que basta y sobra con la mención de los mismos, o con la sincera entrega a una fe para solucionarlos. No digo que sea imposible lo segundo. No cuestiono la conversión. ¡Lejos estoy de ello! Lo que me impacta grandemente es que no se toque el tema, que se pase la hoja, como si no fuera nada preponderante, ¡cuando la sociedad está plagada de miles, y millones de Amnones y Tamaras!. (Sin contar a los Davides que ya son altamente cotidianos!)

Y ahora sí puedo decir, (y solidarizándome con Freud) que el reconocer la sexualidad, tratarla, exponerla, comentarla, "asociarla libremente" nos permite conocernos a nosotros mismos, y darnos cuenta de lo que hay detrás de estos actos y deseos, para (con mucha esperanza) no cometerlos, o controlarlos -no estoica ni virtuosamente precisamente-, sino con dignidad, y respeto. La sexualidad más que un derecho (que en la actualidad los militantes feministas, derechistas, o de cualquier tendencia hacen tanto alarde), la sexualidad es una condición natural del individuo, que debe ser tratada y conocida, con mucho respeto, con mucho tacto, sin temor, sin falsos y ruborizados tonos en las mejillas, sin posturas extremadamente liberales, ni estúpidamente conservadoras. Una de las formas para ello, es entre muchas, el psicoanálisis. En algunas cosas Freud tuvo bastante intuición que lo llevo a este "descubrimiento": el psicoanálisis, que para mí, dicho sea de paso, será la religión -si ya no lo es!- la religión de esta época. Porque paradójicamente tiene los mismos objetivos, la misma estructura, el mismo sentir. Busca lo mismo: la conversión que el famoso religare, parece -según los casos "emblemáticos" mencionados-, no logra alcanzar.

Pablo Luna
Perú, 2004