Razón, Fé, Ignorancia, Prejuicio
Siempre es bueno escuchar a alguien que sabe, (y como buen filósofo que sabe que no sabe). Pocas veces uno tiene la oportunidad (o incluso se la da) para poder oír en vivo y en directo (ya que no hay como este arte, porque es completamente irremplazable la vivencia real del face to face -"online" para los cibernéticos-), las palabras del saber, del conocimiento, de la experiencia, de la entrega. Filósofo racionalista, apasionado por Kant -¡y quien no podría serlo!- el día de ayer tuvo una charla muy clara, lúcida y didáctica. Hablo del profesor Miró Quesada Cantuarias, siempre exponiendo sus ideas con altura, un par de frases de toda su disertación tan amena y optimista -y tan saludable sobre todo, poder encontrar en estos tiempos gente que sea ejemplo para una juventud como la mía, que está a gritos perdiéndose en sí misma, lástima que jóvenes no era precisamente lo que abundaba, simplemente no les (nos) interesa-, me hicieron meditar un poco y como siempre intentar ver más allá.
Una de las cosas que en mi corta experiencia he descubierto, es que todo es lo mismo. Es una de mis hipótesis personales, que puede estar errada para mcuhos seguramente. Cada vez más me quedo convencido de esta inmensa común diversidad. En el fondo, estamos hechos los seres humanos de un material tan infinito pero a la vez altamente similar independiente de culturas, razas, y hemisferios. Y lo poco saludadle, es que cada vez más nos empeñamos en resaltar mucho las diferencias -idiomas, colores, banderas, orgullos, tendencias, actitudes, costumbres y similares-, cuando lo que nos une es -según mi percepción- abundantemente amplio.
"La filosofía no se opone al cristianismo, más bien en muchos puntos coincide con la razón. Existe un desconocimiento muy absurdo sobre este punto".
Estas palabras, para alguien que ha investigado con sinceridad, son mucho más que claras. Es una verdad que se acepta incluso como un axioma matemático. ¡Porque es muy cierto! La ética y el cristianismo, en el fondo tienen mucho en común. Pero el gran mal, el inmenso mal, el peor de todos, el desconocimiento hace que esta ignorancia nuestra se torne absurda y luego se transforme en prejuicio, el segundo gran mal.
Y para muestra un botón, tomó el famoso aforismo «no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti», y éste otro «ama a tu prójimo como a ti mismo». Palabras dichas tanto tiempo atrás, pero que hasta ahora encuentran eco, en una sociedad que se ha confundido tanto con un promovido, propugnado e instaurado relativismo que no nos lleva a ninguna parte -por lo visto, al menos hasta ahora-, solamente a reconocer que cada vez somos menos de lo que pensábamos, y que es imposible que podamos con nosotros mismos.
En el primer caso, manifestó qué tan bueno, racional y lógico es que uno esté dispuesto a exigir lo que a uno se le demanda, en las mismas circunstancias, en eso radica la justicia. Es decir, la razón filosófica muy profunda y aparentemente "fría" comulga a la perfección con aquel principio antiquísimo, la famosa regla de oro promulgada por Jesús, de no hagas a otro lo que no quieres te hagan a ti. Imaginemos que esto lograra concientizarse! Y en el segundo caso, aquel mandato de "ama a tu prójimo como a ti mismo" que ya se manifestaba en la ley mosaica, y Jesús luego la repite en los evangelios, también es otro fin incluso del hombre. Pero qué difícil es amar en un mundo tan contradictorio como el nuestro, donde muchas veces, así no lo reconozcamos, prima el segundo gran mal.
Vivimos en un mundo lleno de prejuicios para con todo. Sigue siendo un lema mío, que me martillea la cabeza cada vez que caigo en ese error, las palabras de Einsten: «Qué -triste- época la que me ha tocado vivir, donde es más fácil desintegrar un átomo, que un prejuicio». Y el prejuicio es el resultado de esta ignorancia que a todos nos atañe. Porque el conocimiento es tan amplio, y tan grande, que lo único que podemos hacer luego de haber investigado y a lo sumo haber intentado captar algo "nuevo" y "novedoso" para nosotros, y no poder creer que hemos "conquistado" algo, es simplemente reconocer con verdad, las palabras socráticas que no pasan tampoco de moda: «Sólo sé que nada sé». Por eso que estas otras palabras del profesor, también me causaron impacto:
"La razón es demasiado pequeña -incluso con la sobredimensión que se le puede dar por ser privilegiada en las sociedades- es muy pequeña ante el amplio conocimiento que existe y que es más, está lleno de misterio por todos lados. Es como decía Newton, -el hombre que había «descubierto» las leyes de la gravedad dando el inicio a esta gran ciencia que es la Física, él, que era un «sabio»-, que reconocía se encontraba ’como un niño parado en la orilla del mar y que no podía comprender todo el misterio que lo rodeaba’. Cada vez me doy cuenta que realmente sabemos poco, casi nada. Es muy verdadero que no sabemos. No obstante, soy optimista y la razón por muy pequeña que sea, es el mejor vehículo. Porque todo lo que hace, cuando se cumplen sus leyes, lo hace muy bien"
Luego de estas palabras, fue muy enriquecedor -e irónico para mí- escuchar de boca de este hombre erudito, cuando me acerqué como un discípulo ante su maestro y le hice una pregunta sobre la entrega al saber. Su respuesta fue altamente paradójica para mí. Me dijo, que «lo que se necesita principal y fundamentalmente para hacer filosofía, para entregar su vida a la razón, es fe».
Fe, esta palabra, que recién desde ya casi tres años atrás ha entrado a mi vida, y se ha instalado en mi vocabulario sin darme cuenta y sin querer. Fe, me dijo Roberto -mi maestro teatral, sacándome de cuadro- que poseía. Fe, es algo que debatía con mi psicoanalista -en aquellos tiempos de exploración-, y que me hizo una fuerte revelación, para poder comenzar a comprender esta palabra, respetarla e ir poco a poco conociendo. Fe, fue lo que me dijo un extraño que generosamente me regaló un libro sobre éste tema, y me rotuló una dedicatoria. Fe, fe, fe. Nuevamente aparece abiertamente, luego de haber estado como escondida, como camuflada, como diciéndome siempre estoy presente, pero no siempre me ves. Fe que muchas veces confundo con la pasión. Fe que es simplemente creer.
Me impresiona ante mi mismo cómo este saber está relacionado directamente con esta fe. Como esa pasión de conocimiento que muchas veces brota en mi mente, va altamente ligada con esa convicción de lo que no existe. Una ley más se repite en mí: sin darme cuenta, todo está conectado, todo es lo mismo, todo tiene dos caras: Razón y Fe, por ejemplo, con unos frontales y directos enemigos, ignorancia y prejuicio.
Un saludo a todos,
Pablo
13 comentarios
Luis M. Pimentel R. -
Razón limitada, conocimiento infinito, lo conocido tan poco, el misterio (=La Verdad Desconocida, no revelada para los Prejuiciados)tan amplio. Entonces por qué no observar que, de tiempo en tiempo, los filosofos (de todas las corrientes), científicos tec, se han encontrado limitados en la disponibilidad de materiales, metodos, estrategias, medios, capacidad de razonamiento, adecuados para conocer el infinito AMOR creador de nuestro DIOS.
Y pensar que el metodo, las herramientas, estrategias, están resumidas en la FE (=Certeza de lo que esperamos, convicción de lo que no vemos)
Anónimo -
Yo como creyente, agradezco a Dios por el regalo de la libertad, libertad de pensamiento, libertad de elección.... es por eso que frente a este gran regalo de la libertad, uno debiera ser también coherente y respetar las elecciones de pensamiento diversas del resto de la gente.
Sería genial que pudieramos ser capaces de terner respeto hacia la gente que tiene opiniones totalmente opuestas a nosotros, y no atacarnos por inercia como suele ocurrir.
Sobre el tema de la fe, personalmente creo que es algo que todo el mundo tiene... porque para sostener cualquier creencia, cualquier pensamiento, uno ha de tener fe en ello, confiar en lo que se cree y ser fiel a esa creencia, sea la que sea. Porque en cualquier pensamiento, en cualquier tendencia uno se encuentra con cosas que no puede demostrar, sean pequeñas o grandes. De modo que la fe, no es algo exclusivo de los cristianos, sino que todo el mundo la utiliza. Simplemente porque el ser humano necesita creer en algo.
También quisiera destacar las palabras de Elio: - No confundir el mensaje de Cristo (o lo que sobrevivió) con el mensaje del cristianismo.- Estoy de acuerdo con estas palabras. Creo que deberíamos dejar de mirar las cosas que la iglesia cristiana ha hecho mal en la historia y fijarnos en el mensaje de Cristo, en la esencia misma, y asi dejar de pelearnos por quien tiene la verdad. Vivir con respeto y siendo respetados en un crecimiento constante.
Un saludo
Montse Prats
Elio Marruffo -
La Fé (entendida como creer y confiar en algo). Se necesita fé en alguna causa para seguirla. Si necesitas fe en la razón para seguir ese camino. Es necesario seguir un camino hasta el final, manteniendo la fé, pero no con fanatismo de querer que sea esta la verdad sea como sea. Si no con una Fe cautelosa, vigilante, hermana de la intuición, otro sentimiento. Si pues efectivamente se puede confundir fe con pasión, cosa que no es mala, si uno permanece conciente.
Muy bello el final de tu artículo.
Elio Marruffo -
Elio Marruffo -
¿Pero porqué discutir si el cristianismo se opone o no a la filosofía? (aunque respeto que para algunos sea tema importante) si lo que importa no es quién tenga la razón sino la verdad. Por eso yo prefiero no suscribirme a ninguna teoría ni religión porque significa aceptar ciertas cosas y negar otras por dogma. Prefiero yo mismo observar (o experimentar) y luego obtener un conocimiento.
ELio Marruffo -
Estela -
Sentir lo que piensas y decir lo que sientes
la fe mueve montañas.
Chaooooooooo.
Un beso y un abrazo.
Pablo Luna -
Clifford Goldstein, en su libro, \"Por sus llagas\", luego de explicarnos como marco el dilema entre el delicioso y magistral diálogo \"Cuando los hermanos se conocen... Iván y Alexei Karamazov\", en la obra cumbre de Dostoievsky.
Por supuesto que es una esperanza que lo que necesita es fe, así como en el primer caso, para la ley, un profundo conocimiento que seguramente no tenemos. Fe entendida como creer. Algo que no espero entienda y menos aún acepte.
Como siempre lo digo, lo mío es la exposición. No la imposición, ni el aconsejar.
Un saludo y qué bueno saber de usted!,
Pablo
Pablo Luna -
Finalmente, quiero dejarle un par de textos, de un par de expositores que hablan uno sobre el texto Mosaico, y otro sobre la Biblia en general.
\"Una visión moralista de la religión ha ocultado bajo una maraña de prejuicios el rico y profundo contenido del viejo texto\", hablando del Decálogo, Roberto Badenas, en su libro más Allá de la Ley.
Pablo Luna -
Pablo Luna -
Lo mismo sucede en el budismo, hay innumerables grupos que dicen practicarlo, y ni si quiera saben lo que el mismo Buda dijo. Es terrible, eso, es \"un ciego guiando a otro ciego\". Y eso lo pongo solo de ejemplo. Pude poner al hinduismo u otra tendencia. No hablo de una posición particular sino de sus exponentes principales. Jesús, Buda. Atención: Lo que hayan hecho en nombre de ellos, cegados por un fanatismo, llevados por sus mentes ambiciosas de poder es otra cosa eh?
Pablo Luna -
A los tiempos, qué gusto leerle.
Gracias por los elogios!... A ver, a ver...
Primero -antes que nada- recordar que la apología -por ahora, ya que uno nunca sabe porqué caminos nos hará transitar la vida- no es parte mía. Siempre aclaro eso. Siempre. Me gusta mucho más que hacer creíble mi verdad, mostrarla. Y en eso radica mi interés. Soy un expositor, antes que un apologista de alguna profunda, valedera, impresionante verdad muy loable y altruista. Y trato de tener la mente abierta -sin prejuicios y con sinceridad- a todo. (Tarea tan difícil, al menos para mí)
Siempre coincido con usted en muchas cosas. Pero como digo en mi artículo, nosotros los seres humanos vemos más las diferencias que las uniones. Somos altamente disyuntivos.
Coincido mucho en que existen diversas corrientes filosóficas. Así como diversas corrientes cristianas, budistas y judaicas. Y sí, hay que aclarar de qué hablamos.
Lo mismo sucede con la fe, hay una fe católica, una fe judicial, actos de fe. Es muy complejo -en términos de expansión- el asunto. Pero en resumen fe es simplemente confianza. Ese sentido de creer con sinceridad. Nada más. (Y esto es un postulado teatral eh? No religioso. Eso lo dice Stanislasvski en boca de Tortsov, su creación en \"Un actor se prepara\").
Andrés Dovale Borjas -